Tuesday, January 4, 2011

Me gustan las casas viejas, sus grietas y manchones marrones parecen contar historias, de familias, del llanto de las piedras, del sol y el agua. Parecen construidas por partes, sus materiales gozan de edades distintas y las formas de las puertas y las ventanas no coinciden. La pintura que se levanta con la humedad, se asemeja a las arrugas en la piel de sus habitantes; los pliegues en la comisura de los ojos, el temblor de las manos que tejen, el pelo negro, las narices anchas, la piel oscura y los ojos aguados ₪

Restaurante Inkas House
Urubamba, PerĂº

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