Monday, June 20, 2011

Me gustaría describir lo que siento al tocar el aire de su ausencia. Podría decir que es pesado pero al mismo tiempo tan suave que arrastra mi pelo a bailar con él. Inunda mis manos con un frío doloroso y se impregna por la punta de mis dedos hasta mis huesos, que se quebrantan con el sonido de ese inmenso silencio. Se siente vacío, lento. Lento como un sable cortante abriéndose paso entre la niebla y respirarlo es tan doloroso que el esfuerzo por sonreír se hace casi imposible.

Ámame lentamente le susurro al aire que me acompaña. Juega como él, tiembla como él, respira sobre mí, déjamelo sentir.

Escrito en febrero de 2003, lo transcribí exactamente como estaba, no le cambié ni una coma.