Saturday, July 31, 2010

No obstruyas con disculpas el pasar armonioso de las letras de uno a otro corazón. Las molestias no caben, aunque las lágrimas acompañen o la respiración sea cortada con el acercamiento intempestuoso.
Ardo de aclamar las palabras contendientes de tus olas, pero arrojo desangradas sólo las líneas presentes.
Si poseyese la figura para expresar. Si dejase correr por las acequias, las aguas de lo que atesoro; aquello efímero, virgen ante el lenguaje; de tornarse en discurso, sobrepasaría el número de cuartillas que cubrirían de ébano, tu muralla de papel.
Por tales abstemia, hago atemporal mi promesa de expresar.
Un año despertó, marcado por dos pares de huellas bajo la luz de la luna; otro murió, acompañado por el grito ensordecedor de dos almas ausentes. Quedan a reventar en mi garganta, más de dos mil atardeceres.